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Las manchas en la ropa son algo que a todos nos ha pasado alguna vez, y aunque parezcan una sentencia para tus prendas, no todo está perdido. Con los trucos adecuados, puedes decirle adiós a esas manchas rebeldes y seguir luciendo tu ropa como nueva: desde el vino tinto que arruina esa camisa blanca, hasta las manchas de aceite que parecen imposibles de quitar.
En La Reina queremos lo mejor para ti, hacer tu vida más amena, un poco más fácil. Por eso te damos algunos consejos prácticos para que no tengas que preocuparte por esos accidentes. ¡Presta atención!
Las manchas de vino tinto son de las más temidas, pero si actúas rápido, tienes grandes chances de eliminarlas. Lo primero que debes hacer es no dejar que se seque. Si la mancha es reciente, coloca sal sobre ella para absorber el vino. Luego, vierte agua mineral con gas sobre la mancha, ya que las burbujas ayudan a disolverla.
Si la mancha persiste, prepara una mezcla de agua y vinagre blanco en partes iguales y frota suavemente con un paño limpio. Después, lava la prenda como lo harías normalmente. En casos más difíciles, el agua oxigenada puede ser tu aliada. Eso sí, prueba primero en una zona discreta de la tela para asegurarte de que no la dañe.
Las manchas de sangre son un verdadero reto para quien tiene que lavar la ropa en casa, pero no son imposibles de quitar. Lo más importante es no usar agua caliente, ya que esto puede fijar la mancha en lugar de aflojarla. Enjuaga la prenda con agua fría lo más rápido posible para evitar que la sangre se impregne. Si la mancha es fresca, puedes aplicar agua oxigenada directamente sobre la mancha y dejarla actuar durante unos minutos. Luego, frota con un trapo limpio y enjuaga nuevamente con agua fría.
Si la mancha que quieres quitar ya tiene un par de horas, prepara una mezcla de sal con agua fría y frota con una esponja antes de ponerla a lavar. Recuerda, lo más importante es actuar rápido y evitar el calor.
Las manchas de aceite o grasa son unas de las más comunes, especialmente si trabajas en la cocina o disfrutas de una buena comida. Para eliminarlas, lo primero es no frotar la mancha, ya que esto puede hacerla más grande. En lugar de eso, cubre la mancha con talco o harina de maíz. Esto ayudará a absorber el exceso de grasa. Deja que repose durante unos minutos y luego sacude.
Después, frota suavemente la zona con detergente líquido para platos, que está diseñado especialmente para descomponer las grasas. Lava la prenda con agua tibia para eliminar los restos de aceite. Si la mancha persiste, repite el proceso o utiliza bicarbonato de sodio.
El café y el té, esas bebidas que nos acompañan en el día a día, son también causantes de manchas difíciles. Para eliminarlas, lo primero es enjuagar la prenda con agua fría para diluir la mancha. Luego, mezcla una cucharadita de vinagre blanco con una taza de agua tibia y aplica sobre la mancha. Deja actuar unos minutos y frota suavemente con un paño limpio.
Si la mancha no se va por completo, puedes probar con un poco de bicarbonato de sodio aplicado directamente sobre la mancha antes de meterla en la lavadora.
Las manchas de frutas, como las de mora, fresa o el jugo de naranja, pueden ser un desafío. Para tratarlas, enjuaga la prenda con agua fría tan pronto como ocurra el accidente. Luego, aplica una mezcla de vinagre blanco y agua en proporciones iguales sobre la mancha. Deja que repose unos minutos y frota suavemente.
Si la mancha persiste, puedes hacer una pasta de bicarbonato de sodio y agua, aplicarla sobre la mancha y dejarla actuar unos minutos antes de frotar y lavar. El bicarbonato es un gran aliado para este tipo de manchas porque actúa como un abrasivo suave que elimina los residuos.
Si te has manchado con base de maquillaje, lápiz labial o máscara de pestañas, no te desesperes. Para manchas de base líquida o corrector, aplica alcohol sobre la mancha con un algodón, y frota con suavidad. En el caso de manchas de maquillaje en polvo, intenta cepillar el exceso en seco antes de aplicar cualquier tratamiento.
Para las manchas más difíciles, puedes utilizar jabón para platos o un desengrasante suave. Siempre frota con movimientos circulares y con cuidado de no dañar las fibras de la tela.
Las manchas en la ropa no tienen porqué ser el fin de una prenda. Con estos sencillos trucos y productos que probablemente ya tienes en casa, puedes devolverle la vida a tus prendas favoritas. Recuerda que lo más importante es actuar rápidamente y utilizar el tratamiento adecuado para cada tipo de mancha. ¡Ya no hay excusas para no lucir tu ropa como nueva!