Colombia
Alí Guerrero, locutor de La Reina Barranquilla, cuenta la historia de como nació esta leyenda del vallenato.
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Por: Equipo de redacción
Rafael Orozco, uno de los máximos exponentes del vallenato, tuvo una infancia marcada por el esfuerzo y la perseverancia. Nacido en 1954 en Becerril, Cesar, desde muy joven buscó la manera de ganarse la vida.
En su burro "El ñato", recorría su pueblo natal vendiendo agua, sin imaginar que años después se convertiría en una de las voces más icónicas de la música vallenata, dejando un legado musical que hoy recordamos por su natalicio.
El destino de Rafael Orozco cambió radicalmente en 1975 cuando conoció al acordeonero Emilio Oviedo. Oviedo, reconocido en el mundo vallenato por descubrir grandes talentos, fue quien le abrió las puertas al joven Rafael.
Fue gracias a Emilio que Orozco llegó a la disquera Codiscos, donde fue presentado ante el gerente de la empresa, Rafael Mejía. En esta oportunidad, Orozco grabó su primera canción: ‘Cariñito de mi vida’, una composición de Diomedes Díaz.
La elección de este tema no fue casualidad. Rafael Orozco había conocido a Diomedes Díaz en el Colegio Loperena de Valledupar, donde forjaron una amistad basada en su amor por la música. Convencido del talento de Diomedes, Orozco le recomendó a Emilio Oviedo algunas de sus canciones, lo que derivó en la grabación de ‘Cariñito de mi vida’.
El talento de Rafael Orozco lo llevó a seguir escalando en el mundo musical. En 1976, decidió mudarse a Barranquilla para estudiar en la Universidad Autónoma del Caribe. Fue allí donde, por casualidad, conoció a Israel Romero en una fiesta. Juntos improvisaron una presentación que cautivó a los asistentes, quienes los alentaron a unir fuerzas como agrupación.
Este encuentro casual dio origen a una de las agrupaciones más influyentes del vallenato: El Binomio de Oro. Gracias a la experiencia de Orozco con Emilio Oviedo y la disquera Codiscos, el dúo logró grabar su primer álbum. En este trabajo discográfico destacó la canción La Creciente, en la que Orozco inmortalizó un saludo a su entonces novia y futura esposa, Clara Cabello.