Colombia
En el episodio, los invitados enfatizaron que, lejos de modas pasajeras, esta unión artística nace del corazón y del respeto por el género.
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Creativa Digital
En el más reciente episodio de ORO Podcast, Orla Sandoval y Arturo Lanao compartieron una conversación llena de recuerdos, música y sentimiento vallenato. Ambos artistas revelaron detalles íntimos de su trayectoria, su conexión con el folclor y cómo están apostándole a un formato que revive la esencia del vallenato tradicional: las presentaciones en vivo, al estilo de las antiguas casetas.
Lejos de modas pasajeras, esta unión artística nace del corazón y del respeto por el género. Aunque Orla no nació en tierra vallenata, ha crecido rodeado de referentes del folclor; mientras que Arturo, nacido en Maicao, La Guajira, asegura que su herencia musical lo llevó naturalmente al acordeón. Juntos, han encontrado una fórmula que conecta con la nostalgia del público y le da nueva vida al vallenato.
Aunque nació en Tenerife, Magdalena, Orla Sandoval ha llevado el vallenato en el alma desde pequeño. Rodeado por grandes del folclor, como Silvio Brito y Freddy Ramos, su infancia estuvo marcada por la música. Su padre —quien fue alcalde del municipio— mantenía estrechas relaciones con artistas de la época, y desde entonces Orla supo que el arte corría por sus venas.
Sin embargo, no fue hasta el 2018 que decidió tomarse en serio su carrera. Tras vivir un episodio doloroso —el asesinato de su padre cuando tenía apenas siete años— su madre lo crió con cautela, alejándolo del mundo exterior. “A mí la música me llegó tarde, pero me llegó con fuerza”, dijo en el podcast. Hoy en día, Orla se siente agradecido de gozar del reconocimiento en la costa y de representar al Magdalena con un vallenato que, como él mismo dice, “tiene sabor a caseta y alma de pueblo.”
Arturo Lanao, oriundo de Maicao, La Guajira, no necesita presentación en el mundo del acordeón. Proviene de una dinastía musical que lo formó desde niño, siendo su tío Rubén una figura clave en su desarrollo. Su primer acordeón llegó desde Panamá, y desde entonces no ha parado. Estudió en la Universidad Autónoma del Caribe, donde compartió escena con figuras como Luis José Villa y formó parte de agrupaciones históricas.
A lo largo de su carrera, ha tenido un recorrido sólido: primero con Jesús Romero, con quien estuvo más de 10 años; luego con Mario Fuscardo, y posteriormente con Jaffit David, en una unión que conectó de inmediato con el público, destacándose por canciones como La Charada, que todavía hoy hace parte del repertorio vallenato en festivales y conciertos. Arturo reconoce que cada proceso ha sido distinto, pero que con Orla encontró una química real: “cuando no hay conexión entre el cantante y el acordeonero, no hay magia. Y aquí hay magia.”
En medio de estas trayectorias cruzadas aparece un nombre clave: Haffit David. Para ambos artistas, Haffit representa un momento importante en sus carreras. Orla y Haffit compartieron proceso juntos, llevando su propuesta musical por ciudades como Bogotá, Medellín y Cúcuta. Arturo, por su parte, también vivió una etapa significativa junto a él, durante la cual el público “los arropó con cariño” gracias a temas como La Charada, que se convirtió en un testimonio del vallenato contemporáneo.
Durante el podcast, se recordó con anécdotas que ambos artistas fueron seguidores y compañeros de Haffit David en diferentes momentos, incluso pidiéndole canciones a Jesús Romero para interpretarlas. Lo que demuestra la forma en que el vallenato, más allá del talento, se construye en hermandad y admiración mutua.