Colombia
Las leyendas del vallenato que hicieron historia en el Festival de la Leyenda Vallenata y marcaron generaciones.
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Por: María Paula Vargas Rodríguez
Creativa Digital
En la calurosa tarde del 29 de abril de 1968, la Plaza Alfonso López de Valledupar se llenó de expectación. Ocho talentosos acordeoneros se disputaban el título en la primera edición del Festival de la Leyenda Vallenata. Entre ellos destacaba un hombre de 49 años y mirada serena: Gilberto Alejandro Durán Díaz, conocido como Alejo Durán.
Durán, oriundo de El Paso, Magdalena, y residente en Planeta Rica, Córdoba, ya gozaba de reconocimiento en la región por su habilidad con el acordeón. Acompañado por el cajero Pastor 'El Niño' Arrieta y el guacharaquero Juan Manuel Tapias, presentó en la competencia final cuatro piezas memorables: el paseo "La cachucha bacana", el merengue "Elvirita", la puya "Mi pedazo de acordeón" (todas de su autoría) y el son "Alicia adorada" de Juancho Polo Valencia.
Su interpretación cautivó al jurado y al público. Esa noche, Alejo Durán fue coronado como el primer Rey Vallenato, recibiendo el premio de manos de Consuelo Araujonoguera, 'La Cacica', una de las fundadoras del Festival. El trofeo incluyó un cheque por cinco mil pesos, símbolo del nacimiento de una tradición musical que sigue viva más de medio siglo después.
El 30 de abril de 2025, Valledupar volverá a vibrar con el sonido de los acordeones. En su edición número 58, el Festival rinde homenaje a Omar Geles, reafirmando su compromiso de preservar y promover la música vallenata en sus cuatro aires tradicionales. Así como Alejo Durán dejó una huella imborrable, muchas otras figuras han marcado el ritmo y la historia de este evento icónico.
A continuación, diez leyendas que dejaron su huella en el Festival Vallenato:
1. Alejandro Durán – El primer Rey Vallenato
Conocido como “El Negro Alejo”, fue el primer ganador del Festival en 1968. Su estilo auténtico y su maestría en el acordeón lo convirtieron en una figura emblemática del vallenato tradicional.
2. Alfredo Gutiérrez – El Tri-Rey Vallenato
Apodado “El rebelde del acordeón”, Gutiérrez fue coronado Rey Vallenato en 1974, 1978 y 1986. Su versatilidad y energía en el escenario lo han hecho inolvidable.
3. Nicolás Elías “Colacho” Mendoza – Maestro del acordeón
Ganador en 1969 y en la edición especial “Rey de Reyes” de 1987, su destreza y estilo único lo consagraron como uno de los grandes exponentes del vallenato.
4. Calixto Ochoa – El juglar prolífico
Ganador en 1970, Ochoa fue un compositor y acordeonero prolífico, autor de clásicos como “Los sabanales” y “El africano”.
5. Julio Rojas Buendía – El Bi-Rey Vallenato
Ganador en 1983 y 1994, Rojas fue reconocido por su técnica impecable y su aporte al vallenato moderno. Fue uno de los favoritos de Gabriel García Márquez.
6. Rafael Orozco – El ídolo romántico
Vocalista principal de El Binomio de Oro, Orozco revolucionó el vallenato con su estilo romántico y su carisma, llevando el género a escenarios internacionales.
7. Diomedes Díaz – El Cacique de La Junta
Con más de 20 millones de discos vendidos, Diomedes es una de las figuras más influyentes del vallenato. Su vida combinó éxitos musicales y polémicas personales.
8. Jorge Oñate – El Jilguero de América
Considerado uno de los mejores cantantes del género, Oñate dio protagonismo al vocalista dentro de las agrupaciones vallenatas y dejó un vasto legado de éxitos.
9. Omar Geles – El compositor de los éxitos
Reconocido por su talento como compositor y acordeonero, Geles fue homenajeado póstumamente en el Festival de 2025. Su obra sigue viva en el repertorio de numerosos artistas.
10. Kaleth Morales – El Rey de la Nueva Ola
Aunque su carrera fue breve, Morales dejó una marca imborrable en el vallenato con su estilo fresco y moderno. Recientemente, una recreación con inteligencia artificial de su voz emocionó a sus seguidores.
El Festival de la Leyenda Vallenata ha sido, durante más de medio siglo, el escenario donde las leyendas nacen y se eternizan. Cada acorde y cada verso interpretado en Valledupar cuenta una historia de pasión, identidad y cultura. Hoy, al recordar a estos grandes artistas, se reafirma que el vallenato no es solo un género musical: es el alma de un pueblo que canta sus alegrías y nostalgias bajo el mismo cielo que un día vio a Alejo Durán convertirse en leyenda.