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Desde muy temprana edad, Alfredo Gutiérrez mostró un talento excepcional para la música vallenata. A los 4 años, ya tocaba el acordeón con una destreza sorprendente, un regalo de su padre que se convertiría en su compañero inseparable. Este precoz inicio marcó el comienzo de una carrera que lo llevaría a ser conocido como uno de los grandes exponentes del vallenato.
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A los 10 años, Alfredo Gutiérrez dio un paso significativo en su carrera al fundar su primera agrupación musical junto a Arnulfo Briceño. La banda, llamada "Los Pequeños del Vallenato", se destacó por su frescura y talento juvenil. En esta agrupación, Gutiérrez no solo tocaba el acordeón, sino que también componía y cantaba, demostrando su versatilidad y creatividad.
El talento de Alfredo Gutiérrez no pasó desapercibido. Pronto, fue reconocido como el "Niño Prodigio del Acordeón", un título que reflejaba su habilidad excepcional y su capacidad para emocionar al público con su música. Su destreza con el acordeón y su carisma en el escenario lo convirtieron en una figura querida y admirada en el mundo del vallenato.
Con "Los Pequeños del Vallenato", Alfredo Gutiérrez tuvo la oportunidad de viajar y presentarse en diversos países de América Latina, incluyendo Venezuela, Perú, Bolivia, Panamá y Ecuador. Estas experiencias no solo enriquecieron su carrera, sino que también le permitieron llevar la música vallenata a nuevos públicos y consolidar su reputación como un joven talento prodigioso.
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