Colombia
Un encargo de urgencia de Diomedes Díaz llevó a Fabián Corrales a escribir 'Así me hizo Dios', una biografía cantada que nació en 24 horas y marcó la historia del vallenato.
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Por: Jennifer Paola Ramírez Cante
Creativa Digital
Una llamada telefónica, una lonchera abandonada y una guitarra al hombro marcaron el comienzo de una de las canciones más emblemáticas del vallenato.
Fabián Corrales, en medio de su carrera de odontología en Bogotá, recibió un aviso que lo haría cambiar el rumbo de su día… y de su vida: Diomedes Díaz lo necesitaba urgentemente.
“Cuando me llamaban tipos como él, yo dejaba todo tirado. Que te llame Diomedes en esos tiempos era una oportunidad de oro”, recordó Corrales durante una entrevista con Jorge Cura en Sucesos Tierras de Cantores.
Sin pensarlo dos veces, se dirigió a los estudios de Sony con su cuaderno de letras y su guitarra. Pero lo que escuchó al llegar lo descolocó. “‘Tire esa guitarra pa’ allá que yo no lo llamé pa’ eso’, me dijo. Yo me preocupé mucho”, contó.
Diomedes no quería otra canción romántica. Estaba cansado de cantarle a su entonces esposa, Patricia, y sentía que nadie comprendía del todo su historia. “Usted conoce mi vida, mi historia... eso es lo que quiero que me cante”, le pidió El Cacique, confiándole su relato personal.
El reto era mayor: tenía solo 24 horas para componer el tema. Si le gustaba, lo grababa. Si no, simplemente lo descartaba.
Corrales se encerró en su cuarto. “Ni almorcé ese día. Quemé todas las neuronas que tenía que quemar para hacerle esa canción”, confesó.
A la mañana siguiente, Corrales volvió al estudio. Diomedes estaba acompañado de Iván Zuleta, su acordeonero. Apenas Fabián comenzó a cantar, Diomedes se estremeció. “Ese tipo se erizó como un puercoespín”, relató. Sin dudarlo, ordenó: “Iván, monte esa canción y graben eso”.
Así nació ‘Así me hizo Dios’, un retrato honesto, íntimo y sin adornos de la vida de Diomedes Díaz, compuesto en un solo día por un joven que aún no sabía que esa canción se convertiría en uno de los himnos más personales del vallenato.
La canción no solo caló en el público por su melodía, sino por la verdad que encierra. Fabián Corrales logró lo que pocos: sintetizar la vida de una leyenda en versos que todavía resuenan en las emisoras, los festivales y las parrandas.