Colombia
El Rey Vallenato 2025 no solo visita heridos, también siembra futuro entre niños con talento musical.
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Por: Equipo de Redacción
Redacción Digital
En Valledupar, donde el acordeón no es solo instrumento, sino símbolo, el nombre de Iván Zuleta suena más fuerte que nunca. Esta vez, no por una competencia ni por una presentación en tarima, sino por dos gestos que lo convierten en mucho más que un artista: un líder cercano, solidario y comprometido con su gente.
Hace pocos días, el rey vallenato 2025 llegó hasta Bello Horizonte 2, acompañado por el Coronel Alex Uriel Durán Santos. Allí, visitó al patrullero Ebson Torres, herido durante un operativo policial, en una jornada de acompañamiento emocional liderada por la Policía Metropolitana de Valledupar.
El mensaje fue claro y salió de su propia voz:
“Venimos no solo a traer música, sino esperanza.”
Y lo logró. Entre notas de acordeón y palabras sinceras, Iván se convirtió en puente entre la fuerza pública y la comunidad vallenata. Un gesto que muchos interpretaron como un símbolo de unión, respeto y agradecimiento.
Pero el impacto de Zuleta no se queda en un hospital ni en un solo día. Su compromiso va más allá, tocando fibras y voluntades en todo el país.
Gracias al respaldo de la Gobernación del Cesar, encabezada por Elvia Milena Sanjuán Dávila, Iván recibió 20 acordeones nuevos para cumplir un sueño más grande: entregarlos a niños con talento musical que no tienen los recursos para comprarlos.
Con esta donación, la meta inicial de 50 acordeones fue superada, llegando a 60 instrumentos listos para cambiar vidas.
“En cualquier pueblo puede nacer un rey”, dijo Iván Zuleta durante el acto de entrega.
Su iniciativa no es solo bonita, es rigurosa. Él mismo se ha comprometido a verificar que los acordeones lleguen a las manos correctas, a niñas y niños que no solo sepan tocarlos, sino que los valoren como camino de vida.
La entrega se realizó en la Gobernación del Cesar, con presencia de autoridades culturales, como el presidente de la Fundación Festival de la Leyenda Vallenata, quien calificó el gesto como una de las donaciones más significativas para el folclor en los últimos años.
Por su parte, la gobernadora no ocultó su orgullo:
“Apoyar esta causa es sembrar esperanza, preservar el legado vallenato y asegurar que nuestra música siga inspirando a nuevas generaciones.”
Zuleta, entre versos, agradeció. No a título personal, sino en nombre de esos futuros reyes que tal vez ahora estén practicando con una caja improvisada o soñando con tener su primer acordeón.
Iván Zuleta ha demostrado que ser rey vallenato no solo implica dominar el escenario, sino liderar con el corazón. Con cada gesto, cada visita, cada acordeón entregado, reafirma que el folclor no es solo memoria, sino también futuro.
Y en cada pueblo, entre notas y sueños, tal vez ya se esté gestando el próximo rey o reina del vallenato.