Colombia
El cantante barranquillero compartió en el pódcast La Parranda de Oro anécdotas de su niñez, sus primeros pasos en la música y cómo ha enfrentado las críticas dentro del vallenato.
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Creativa Digital
Desde pequeño, Aniel Velázquez creció rodeado de música en su natal San Juan del Cesar, La Guajira. Su madre, también cantante, fue su primera inspiración y lo llevó a descubrir el talento que años más tarde lo pondría en importantes escenarios del vallenato. Aunque en su niñez soñó con ser futbolista, el destino lo fue acercando a la tarima, donde encontró su verdadera pasión.
El artista, sobrino del reconocido intérprete Nelson Velázquez, recordó en el pódcast La Parranda de Oro cómo inició su carrera haciendo coros, su paso por México y el aprendizaje que le dejó cantar en diferentes géneros antes de dedicarse de lleno al vallenato. En la conversación también habló sobre las comparaciones inevitables con su tío y cómo aprendió a manejar las críticas.
Aniel relató que su primer acercamiento a la música fue casi por necesidad, cuando a los 12 años aceptó hacer coros en un evento para ganar un dinero extra y ayudar a su familia. Con el tiempo, ese trabajo se convirtió en una escuela de vida que lo llevó a cantar en tarimas de Monterrey, México, donde asegura que forjó su experiencia y disciplina como intérprete.
Aunque al inicio no se veía como cantante, Velázquez fue encontrando en la música un camino de crecimiento personal y profesional. Su paso por la banda regional mexicana y luego su regreso al vallenato le enseñaron a adaptarse a diferentes públicos y estilos, lo que hoy le da una identidad única dentro del género.
Ser parte de una dinastía musical también le ha significado a Aniel vivir bajo la constante comparación con su tío Nelson Velázquez. Sin embargo, con madurez y confianza en su talento, aprendió a transformar esos comentarios en motivación. “Hoy en día dejo que hablen, que digan lo que quieran. Yo me he ganado un espacio gracias a Dios y al talento”, expresó durante la charla.
Para el cantante, lo más importante ha sido ganarse el respeto del público con su voz y autenticidad. Aunque reconoce la grandeza de su tío dentro del vallenato, asegura que su camino ha sido diferente, marcado por esfuerzo, disciplina y constancia. “No tengo un éxito propio todavía, pero la gente sabe que aquí hay un gran cantante”, concluyó.