Colombia
Conoce cómo el cantante Beéle se inspira en la narrativa y el sentimiento del vallenato para crear su sonido único, demostrando que el folclor evoluciona.
Publicado:
Creativo Digital
En el diverso universo de la música colombiana, surgen fusiones que demuestran la riqueza de nuestras raíces. Uno de los ejemplos más claros es el del joven artista Beéle, quien ha encontrado en el corazón del vallenato la inspiración fundamental para su propuesta de afrobeat.
Aunque los sonidos parezcan distantes, la conexión es profunda y se basa en la esencia misma de nuestro folclor: contar historias que nacen del alma.
Para Beéle, la música va más allá de la competencia o de las tendencias del mercado. Su objetivo principal ha sido crear canciones que reflejen una honestidad genuina, un sentimiento que la gente pueda percibir como algo hecho "de corazón".
Fue en esa búsqueda de autenticidad donde encontró un paralelo directo con el vallenato. Este género, que ha narrado por generaciones las alegrías y tristezas de un pueblo, le sirvió de modelo para expresar sus propias vivencias sin filtros.
El artista vio en el vallenato una forma de arte que no busca competir, sino simplemente compartir y conectar a través de una historia bien contada.
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La célebre frase del artista, "el afro es mi ballenato", resume su filosofía creativa. No se trata de fusionar el acordeón con ritmos africanos, sino de adoptar el espíritu narrativo del vallenato y llevarlo a su propio género.
El vallenato es folclor en su estado más puro: una crónica de anécdotas, desamores, amistades y momentos cotidianos. Beele toma este mismo principio para construir sus letras, convirtiendo sus experiencias personales en cuentos universales con los que muchos pueden identificarse.
Un claro ejemplo de su método es la historia que relata en uno de sus temas. Narra cómo se enamoró a primera vista, a pesar de la advertencia de un amigo que le aconsejó no hacerlo.
Tiempo después, la misma situación se repite, pero en un contexto diferente y sin el amigo cerca para aconsejarlo. Este dilema interno lo lleva a un diálogo con su propio corazón, una figura muy recurrente en las composiciones vallenatas, para tomar una decisión.
Esta estructura narrativa, que presenta un conflicto y una resolución emocional, es un homenaje directo a los grandes compositores vallenatos que convirtieron sus vidas en leyendas.
Beéle demuestra que la influencia del vallenato no se limita a su sonido característico. Su verdadero legado reside en su capacidad para contar historias, una tradición que ahora encuentra un nuevo vehículo en las voces de artistas jóvenes que, como él, mantienen vivo el espíritu del folclor para las nuevas generaciones.
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