Colombia
“Después de muerto, voy a dar más plata”, recordó Rafael Santos, citando a su padre, Diomedes Díaz. Hoy, su legado musical lo confirma.
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Por: Jennifer Paola Ramírez Cante
Creativa Digital
A casi una década de su partida, el legado de Diomedes Díaz no solo se escucha en las emisoras y parrandas del país. También se refleja en cifras que impresionan.
Según reveló su hijo mayor, Rafael Santos, el artista continúa generando ingresos millonarios que se reparten entre sus 21 hijos legalmente reconocidos.
En conversación con El Mundo de Aco, el también cantante compartió detalles que sorprendieron incluso a los fanáticos más fieles del vallenato.
“Mi papá está generando mucho dinero. A cada hijo, trimestralmente, nos están llegando 20 o 30 millones de pesos”, aseguró.
Y aunque la suma puede parecer inverosímil, un cálculo simple lo confirma: si cada uno de los 21 hijos recibe entre 20 y 30 millones cada tres meses, el legado del Cacique podría estar moviendo hasta 630 millones de pesos por trimestre.
Rafael Santos, hijo de Patricia Acosta —la primera esposa de Diomedes—, ha estado al frente de este legado tanto en lo musical como en lo familiar.
Durante el programa, habló de cómo su padre predijo el impacto que tendría después de su muerte. “Después de muerto, voy a dar más plata que ahora que estoy vivo. Así que ahorren”, recordaba.
Pero más allá del dinero, el nombre de Diomedes continúa siendo un referente del vallenato. Con más de 30 álbumes y 200 canciones, su música sigue viva entre generaciones.
Temas como ‘La Ventana’, ‘Tu cumpleaños’ o ‘Oye bonita’ no solo están presentes en las listas de reproducción, también siguen generando regalías significativas.
La herencia musical y económica ha mantenido a la familia Díaz conectada, aunque Rafael reconoce que cada uno sigue su camino. “Somos una familia unida, pero dispersa al trabajar”, dijo. Él mismo ha intentado guiar a sus hermanos, especialmente lo hizo con Martín Elías, a quien entrenó en sus primeros pasos como cantante.
“Mi papá siempre me dijo que respondiera por mi familia, por mis hermanos, que los cuidara y que les diera buen ejemplo”, recordó Santos. Aunque no todos comparten escenario ni proyectos, cuando se reúnen, el vínculo es evidente.
Más allá de las regalías, lo que realmente perdura es la huella cultural y emocional que Diomedes Díaz dejó en millones de colombianos. Su música sigue sonando, sus letras siguen siendo cantadas, y su historia continúa inspirando y generando conversación.
A través de sus hijos —algunos artistas, otros alejados del espectáculo—, el nombre de Diomedes Díaz sigue presente. Y como él mismo lo predijo: su legado no terminó con su muerte. Al contrario, creció.